Transición verde para Europa: Oportunidades y desafíos

En lo que llevamos de siglo nos hemos enfrentado ya a dos crisis globales que han sacado a relucir cómo de injusto, desigual e insostenible es el modelo económico vigente, así como su fragilidad.

Esta fragilidad no se va a traducir espontáneamente en la caída del propio sistema y su sustitución por otro más justo, ni en los cambios necesarios para alcanzar un modelo más respetuoso con la vida, sino que, por el contrario, tensará los hilos hasta límites cruentos para intentar salvarse del naufragio. La crisis económica de 2008 conllevó el refuerzo de las políticas neoliberales y un mayor empobrecimiento de la masa social más desfavorecida.

Ahora la Covid-19 ha puesto en evidencia las carencias de un sistema público debilitado durante décadas por esas mismas políticas. Si a este hecho le sumamos el impacto del cambio climático y la crisis ambiental, hay importantes lecciones de cara al futuro que debemos extraer. La primera, es que las fracturas del sistema económico global hacen aguas por múltiples brechas de costoso arreglo. En segundo lugar, el hecho de que vivir como hasta ahora, contra la naturaleza, es incompatible con la supervivencia. Y por último, ya es palpable que la transición verde es ineludible y urgente, difícil y no exenta de sacrificios, pero posible.

Natalia Fabra participará en un ciclo de mesas redondas pensadas para que reflexionemos sobre la forma de buscar alternativas realistas. Si la transición verde es necesaria, como demuestran todos los indicadores ambientales y sociales, ¿cómo podemos ponerla en marcha? Intentaremos obtener respuestas a lo largo de estas cuatro sesiones:

08.10.2020: Biodiversidad y cambio global.
15.10.2020: Descarbonización de la economía y transición energética.
22.10.2020: Presente y futuro del sistema agroalimentario.
29.10.2020: Economía y fiscalidad ambiental.

Este ciclo está organizado por la Green European Foundation (GEF) con la colaboración de la Fundación Transición Verde y La Casa Encendida.

Más información aquí.
Ve el vídeo completo de la sesión sobre Economía y fiscalidad ambiental aquí. (en inglés aquí)

Desmontando Mitos sobre Economía y Cambio Climático

Compartimos la charla TED de Natalia Fabra, titulada “Desmontar Mitos sobre Economía y Cambio Climático”.

Reproducimos el texto de su charla, que puede verse aquí.

DESMONTANDO MITOS SOBRE ECONOMÍA Y CAMBIO CLIMÁTICO

Esta figurilla de barro que ven en la imagen es un siurell mallorquín. Se lo regalaron a mi padre cuando yo apenas tenía 10 años. El mito decía que el siurell, con su pequeña flauta mágica, era capaz de ahuyentar los vientos que venían del mar. Para nosotros, su magia estaba en su pequeña célula solar, que era capaz de transformar fotones en electricidad y mover así el motor que empujaba al caballo. Por eso, siempre lo hemos guardado como nuestro tesoro, sabiendo que albergaba nuestra esperanza por un mundo mejor: la esperanza de que algún día conseguiríamos ahuyentar los peores presagios sobre el cambio climático.

La revolución de las renovables

Desde aquel regalo hasta hoy, han trascurrido poco más de tres décadas. Tres décadas en las que hemos pasado de sorprenderos al ver cómo la pequeña célula solar era capaz de mover al caballo de barro, a que nos parezca normal ver paneles solares cubriendo campos y tejados para satisfacer una buena parte de nuestras necesidades energéticas. Tres décadas en las que los costes de invertir en energías renovables han caído de forma espectacular. Ello ha sido posible gracias a la investigación que ha permitido la mejora de la tecnología, gracias al despliegue masivo de las nuevas inversiones que ha permitido aprovechar las economías de escala y de aprendizaje, haciendo también más competitivas las cadenas de suministro. Según la Agencia Internacional de las Energías Renovables (IRENA), los costes de la energía solar fotovoltaica han disminuido un 82% en los últimos 20 años…y no es la única tecnología que ha experimentado tales mejoras. También la energía solar térmica, o la eólica marina o las tecnologías para el almacenamiento energético han visto cómo sus costes se desplomaban año tras año. Podemos ya decir lo que hasta hace poco era impensable: que los costes de generación con energías renovables son inferiores a los de la generación con gas o con carbón.

Las mejoras tecnológicas no sólo nos han permitido reducir los costes. También nos han abierto nuevas vías para la reducción de emisiones. En Italia, en una fábrica de pasta cerca de Nápoles, los fusilli y los spagetti se esterilizan y secan con la energía procedente de tanques en los que se mezcla gas e hidrógeno producido con electricidad de origen renovable. Quizás así a algunos les sepa mejor la pasta, pero lo es seguro es que esta nueva pasta le sentará mejor a la dieta energética del planeta. Más allá de la anécdota, este ejemplo ilustra el potencial del hidrógeno para descarbonizar muchos procesos industriales…y no sólo, también el transporte. Los coches, los camiones, los trenes e incluso los aviones propulsados por hidrógeno son ya una realidad. Tendremos que esperar todavía unos años para que estos prototipos se conviertan en soluciones comercialmente viables…pero la revolución para descarbonizar la industria y el trasporte ya está en marcha!

¿Por qué se producen las revoluciones tecnológicas?

Pero, ¿por qué ahora y no antes? ¿Por qué hemos tenido que esperar todos estos años para que se hayan hecho realidad algunas de las ideas que mentes visionarias como las de Leonardo Da Vinci, Nikola Tesla, ó Julio Verne ya imaginaron? Las disrupciones tecnológicas requieren que se acumule conocimiento, lo cual lleva tiempo…Pero el paso del tiempo no lo explica todo. En mi opinión, dos factores han sido clave para desencadenar esta revolución aquí y ahora.

Primero, la sociedad y quienes nos gobiernan han comprendido finalmente que el cambio climático es un fenómeno provocado por la acción del hombre. Hemos comprendido que si no actuamos para ponerle freno, sus consecuencias serán devastadoras. Y esta toma de conciencia ha tenido su traslación, en algunas partes del mundo, en la planificación y en la regulación medioambiental. En Europa hemos planificado cómo habrá de ser la senda de reducción de emisiones hasta 2050 para alcanzar la neutralidad climática. Y además, para conseguir este objetivo, hemos adoptado medidas regulatorias que modificarán la conducta de los consumidores y los incentivos de las empresas hacia una senda de progreso más sostenible que la actual.

Y es aquí donde entra en juego el segundo factor clave. Como nos enseñó el economista Joseph Schumpeter, es la posibilidad de generar ganancias lo que impulsa al emprendedor a innovar para superar a sus competidores. Es un proceso de destrucción creativa el que impulsa los avances tecnológicos. Pero, ¿por qué los emprendedores están apostando por las actividades bajas en carbono y no en otras? Porque ésa es la dirección por la que la regulación les guía, al hacer que las ganancias estén presentes en las actividades no contaminantes. En concreto, como nos enseñó el economista Arthur Pigou, a través de los impuestos y los subsidios se pueden reconducir los esfuerzos individuales hacia las actividades que generan mayor valor social. Pongamos dos ejemplos. Los impuestos a la gasolina o al diesel hacen que nos preocuparemos más, a la hora de comprar un coche, de su consumo. Por ello, la competencia entre las empresas automovilísticas las ha llevado a invertir en I+D para poder así reducir el consumo de sus vehículos. Igualmente, los subsidios a la compra de vehículos eléctricos facilitan el que sustituyamos nuestro coche viejo por uno nuevo. Así, las empresas están invirtiendo para lanzar al mercado vehículos eléctricos mejores, con mayor autonomía y de menor coste. Es la competencia guiada por la regulación, a su vez empujada por una creciente conciencia medioambiental, lo que ha impulsando la revolución tecnológica que otros antes sólo habían alcanzado a imaginar.

El cambio climático y el cuento del lobo

Antes he mencionado que el cambio climático tendrá, está teniendo ya, consecuencias devastadoras… pero no me he querido extender. No he cargado las tintas recordando que la temperatura media de la tierra ha aumentado un grado centígrado durante el último siglo debido al incremento en la concentración de carbono en la atmósfera. Me he abstenido de mostrarles estas fotografías de incendios – como los que estamos viendo estos días en California -, de huracanes, de sequías, del deshielo, de inundaciones… fotografías que evidencian que los efectos del cambio climático no sólo los estamos sufriendo en forma de fenómenos climáticos anormales, sino también en forma de problemas sociales… Inmigración, enfermedades, conflictos geopolíticos, incremento de la pobreza….nada de ello es ajeno a los cambios climáticos que se están produciendo por efecto de la acción del hombre.

Y si no he insistido sobre esto antes es porque tengo la impresión de que estamos ya tan saturados de oír este mensaje que ni lo escuchamos; estamos tan abrumados al ver estas imágenes, que ni nos detenemos en ellas. Corremos el riesgo de que el cambio climático se convierta en el cuento del lobo… ¡Que viene el lobo, que viene el lobo!, y nadie hizo caso a los científicos que alertaban sobre las consecuencias del cambio climático… un día llegará el lobo, pero ya será tarde… nos quejaremos de que nadie nos había avisado. ¿Cómo conseguir que la sociedad nos escuche de verdad cuando decidimos que el lobo está al acecho, que el cambio climático no es “un cuento chino” – como sostiene el actual Presidente de los EEUU -, que si retrasamos la acción, las consecuencias serán cada más graves y una buena parte de ellas irreversibles?

Cambiemos el mensaje: esperar nos saldrá más caro

Después de haber reflexionado mucho sobre este tema, he llegado a la conclusión de que si queremos que nuestro mensaje de verdad se escuche tenemos que cambiar el foco de atención: de los costes de la inacción, a los beneficios de la acción. Porque si se nos hace pensar que la lucha contra el cambio climático es muy costosa, si se nos hace pensar que tendremos que renunciar a tantas cosas por cuidar del planeta, si se nos hace pensar que la elección está entre comer o respirar aire limpio…en fin, nadie vive del aire, sobre todo quienes menos tienen. Pero ese dilema entre ecología o economía es, simplemente, falso. Tan falso, que la realidad es que no hay economía sin ecología. Porque cuidando de nuestro planeta estamos también cuidando de nuestra economía. Al apostar por el aprovechamiento de los recursos energéticos naturales, estamos poniendo en valor una fuente infinita de riqueza. Al apostar por inversiones en energías renovables, electrificación y eficiencia energética, estamos generando nuevas fuentes de empleo. Y al transformar las ciudades con criterios de sostenibilidad, estamos haciendo de ellas lugares más atractivos, más saludables, lugares donde viviremos mejor.

En un famoso informe publicado en 2006, Nicholas Stern, profesor en la London School of Economics, cuantificó los costes de la inacción climática frente a los costes de la acción. Recortar las emisiones para que la concentración de carbono en la atmósfera se estabilice en niveles compatibles con el Acuerdo de Paris nos costaría 1 punto porcentual de PIB al año, pero ignorar el cambio climático podría costarnos pérdidas de hasta el 20% del PIB para siempre. El informe Stern fue una llamada de atención sobre los graves riesgos a los que nos enfrenta el cambio climático, pero ante todo supuso una llamada a la acción: estamos a tiempo, estamos a tiempo de evitar las peores consecuencias del cambio climático pero sólo si actuamos con urgencia, de forma colectiva y con decisión. El título del último libro de Nicholas Stern es bien elocuente: ¿Por qué estamos esperando?

Los beneficios de la acción climática

Desde que Nicholas Stern publicara su famoso informe hasta hoy han pasado casi 15 años que nos han traído malas, pero también buenas noticias. Por el lado de las malas noticias, el cambio climático se ha acelerado tanto que ya no es sólo un problema de las generaciones futuras, sino que es un problema de nuestra generación. Y esta aceleración ha provocado que los costes de no actuar sean ahora mayores de lo que Stern previó en 2006. Pero por el lado de las buenas noticias, las mejoras tecnológicas han permitido que ahora podamos contener las emisiones a menor coste. Hasta tal punto es así que ya no debemos de hablar de los costes de actuar, sino de los beneficios de hacerlo. Si antes no había motivos para esperar, ahora menos.

Pero, ¿por qué digo beneficios? Porque invirtiendo en actividades bajas en carbono estamos multiplicando nuestros ingresos más allá de la inversión inicial. Es lo que los economistas conocemos como el efecto multiplicador de la renta, concepto acuñado por el economista John Maynard Keynes, que mide cuántos Euros se generan por cada Euro que se invierte. Pues bien, estudios recientes permiten concluir que para un conjunto de actividades bajas en carbono, el multiplicador medio es de 2,33, muy por encima de los multiplicadores asociados a otras inversiones. Los efectos multiplicadores de estas inversiones podrían ser incluso más elevados en épocas de crisis como la actual, al movilizar recursos que en caso contrario hubieran permanecido ociosos.

En definitiva, si un día de estos oís a alguien decir que en una situación de crisis como la actual, no podemos anteponer el clima a la economía, que la lucha contra el cambio climático tiene que esperar, que hay otras necesidades más urgentes…nuestra respuesta tiene que ser igualmente clara. La espera no beneficia ni al clima ni a la economía.  Muy al contrario, la lucha contra el cambio climático será la que nos dará el impulso para salir de esta crisis. Como hace poco afirmó António Guterres, secretario general de la ONU, “Debemos convertir la estrategia de recuperación de la pandemia en una auténtica oportunidad para forjar un futuro mejor”.

La energía de las cosas

Hace pocos meses, en una mesa redonda en la que participé, en la sede del Consejo de Investigación Europeo junto con otros investigadores dedicados a la lucha contra el cambio climático, comprendí que la siguiente revolución está al llegar. Mis compañeros de mesa y sus colegas – químicos, físicos, biólogos, ingenieros – están investigando para que objetos cotidianos se conviertan en nuestros mejores aliados en la lucha contra el cambio climático. Objetos recubiertos de finas células solares transparentes captarán la luz del sol para que podamos aprovecharla en nuestro día a día…una mesa sobre la que posar nuestro móvil para que se cargue; unas tejas que captarán la energía del sol para su uso doméstico, o unas ventanas inteligentes que además cambiarán de color para mejorar la eficiencia energética de los edificios….Pero si bien estas innovaciones serán revolucionarias, no será suficientes: también necesitaremos una revolución en la regulación y en el diseño de las instituciones porque será ello lo que permitirá el que los emprendedores tengan incentivos para innovar.

Ahora son mis hijos quienes juegan con el siurell. Estoy segura que con el empuje de la sociedad, de la economía, de la política, de la ciencia y de la tecnología… conseguiremos doblegar la curva del cambio climático para seguir teniendo un buen presente, y ellos… un futuro mejor.

 

Sostenibilidad: ¿marketing o concienciación?

¿Cuándo son las empresas sostenibles y cuándo no? ¿Se beneficia la sociedad cuando las empresas adoptan modelos de negocio más sostenibles? ¿Cómo podemos valorar la sostenibilidad de las empresas? ¿Qué podemos hacer los ciudadanos en favor de la sostenibilidad? El equipo de comunicación de la Universidad Carlos III de Madrid Formulamos éstas y otras preguntas a Natalia Fabra en la entrevista que pueden ver aquí.

IT PAYS TO BE PREPARED. New Discussion Paper on how to prepare for the next crisis

Why were European states so unprepared for the Covid-19 pandemic, lacking both a coherent strategy and adequate preventative measures? And what can be done to ensure the necessary cooperation, preparation, and resilience for future adverse shocks? States, by their very nature, have a ‘universalistic duty’ to prepare preventative measures for all kinds of crises. These include a robust primary health care system, a strong logistics network, emergency decision-making bodies that combine legitimacy (elected politicians) with expertise (expert advice), and institutions that promote cooperation among countries or regions.

And yet, the Covid-19 crisis has highlighted the potential for severe market failures in the provision of essential goods and services during pandemics and other negative shocks with major impact. Across Europe, there has been acute shortages of medical supplies essential for dealing with the pandemic. Collapsing supply chains and non-existent stockpiling, an over-reliance on production from China, and inadequate government policies have all contributed to this systematic failure. While catastrophic events are difficult to avoid, society must strive to be better prepared for the next one.

Natalia Fabra, together with Massimo Motta, ICREA-Universitat Pompeu Fabra and Barcelona Graduate School of Economics and CEPR Research Fellow, and Martin Peitz, University of Mannheim and MaCCI, have just released a  new CEPR Policy Insight, in which they analyze the private and state incentives to take adequate measures before and during a crisis triggered by an adverse shock. They argue that private initiatives are often insufficient to be prepared for rare events with a large negative effect. Instead, governments and international institutions should implement mechanisms which ensure that prevention, detection and mitigation measures are taken.

The findings in this Policy Insight demonstrate that the necessary preparation for catastrophic events should consist of an articulated strategy, which goes from having an adequate research infrastructure and human capital to investing in prevention, and from early detection (in order to mitigate their impact) to building the ability to react should such events materialise. It may be that neither market institutions (e.g. insurance markets) nor an individual country’s initiatives are sufficient to achieve this alone. A strategy based on private (even if mandatory) insurance is likely to be insufficient and difficult to implement. Instead, a resilience strategy should rely on public authorities securing the provision of essential goods in sufficient quantity and quality. This requires putting in place competitive mechanisms to accumulate essential goods, establishing rationing protocols, and facilitating rapid production when the crisis hits.

The report also stresses the importance of fostering ‘Social capital’ to face disasters, which includes building trust in public institutions, a well-functioning administration, and society’s willingness to listen to science and follow public recommendations. In particular, the economics of electricity capacity markets provides important lessons for the provision of essential goods in such events – as a general principle, it is likely that a centralised and targeted mechanism, such as a system of strategic reserves to be procured through auctions, would perform well in most cases.

“These lessons are relevant to coping with the ongoing Covid-19 threat as well as with any future crisis of as yet unknown nature”

The Column summarizing their work can be read here https://voxeu.org/article/building-strategy-resilience

The Policy Insight is available here  https://cepr.org/active/publications/policy_insights/viewpi.php?pino=106

EARIE 2020 – Keynote Lecture

Natalia Fabra gave the Keynote Lecture of the Annual Conference of the European Association of Research in Industrial Economics (EARIE).
Unfortunately, due to the COVID-19 pandemic, EARIE 2020 could not proceed in its originally envisioned format. A limited number of invited presentations in an online format took place. The
presentations are available at 2020 EARIE’s website https://eventi.unibo.it/earie2020

In her Keynote Lecture, Natalia summarized the ongoing research carried out at energyecolab on the Energy Transition from a Industrial Economics perspective. The slides of her presentation are available here, and the video is here.

Constitución del Consejo Asesor de Asuntos Económicos

El pasado 22 de julio, el Ministerio de Economía constituyó el Consejo Asesor de Asuntos Económicos, compuesto por expertos de reconocido prestigio en materia de política económica.

Presidido por la Vicepresidenta Nadia Calviño y la Secretaria de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, Ana de la Cueva, como vicepresidenta.

EnergyEcoLab y la Universidad Carlos III están representadas en el Consejo de Asuntos Económicos por Natalia Fabra.

El resto de miembros que integran el consejo son Isabel Álvarez, profesora de la Universidad Complutense; Belén Barreiro, máxima responsable de la consultora de estudios sociológicos 40dB; Samuel Bentolila, profesor de Economía del Centro de Estudios Monetarios y Financieros (CEMFI); José Ignacio Conde-Ruiz, subdirector de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea); Alicia García Herrero, economista jefe de Asia-Pacífico en Naxitis; María Teresa García Mila, catedrática de la universidad Pompeu Fabra; José Moisés Martín Carretero, director general en Red2Red Consultores; Matilde Mas, catedrática de la Universitat de València; Emilio Ontiveros, presidente de AFI; Diego Puga, profesor del CEMFI; Rafael Repullo, director del CEMFI; Sara de la Rica, directora de la Fundación ISEAK; José Juan Ruiz, técnico comercial del Estado; Federico Steinberg, asesor especial del Alto Representante para la política exterior de la Unión Europea; Raymond Torres, director de coyuntura y análisis internacional en FUNCAS y Angel Ubide, director de análisis económico y Renta fija global en Citadel LLC.

Consulta la noticia aquí.

Reactivación económica sustentable y competitiva

El pasado 16 de julio, la Red ProCompetencia organizó el Webminar “Reactivación económica sustentable y competitiva“.

Natalia Fabra (Catedrática de Economía en la Universidad Carlos III de Madrid), fue la invitada internacional.

El resto de ponentes fueron Klaus Schmidt-Hebbel (Profesor Universidad del Desarrollo, Miembro Grupo de Expertos convocado por Ministerio de Hacienda para la Reactivación),  Ignacio Santelices (Director Ejecutivo Agencia de Sostenibilidad Energética) y Fernando Sánchez (VP Sales Latinoamérica Soltec).

 

En este enlace se puede ver el vídeo del encuentro.

 

Claves para descarbonizar la economía tras la pandemia del covid-19

El pasado 9 de julio se celebró un encuentro digital, organizado por El Confidencial y Acciona, en el que expertos en economía y cambio climático analizaron la hoja de ruta a seguir para acelerar el proceso de transición hacia un modelo económico descarbonizado.

Programa

9:00 h Bienvenida de Alberto Artero, Director General de El Confidencial.

9:05 h Apertura institucional: Ana de la Cueva (Secretaria de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa)

9:15 h Mesa redonda moderada por Alberto Artero.

   Joaquín Mollinedo (Director General de Relaciones Institucionales, Sostenibilidad y Marca de Acciona.

   Ignacio Vicente (Director General de Financiación y Estrategia del ICO)

   Jonás Fernández (Eurodiputado Socialista)

   Natalia Fabra (Catedrática de Economía de la Universidad Carlos III)

   Cristina Linares Gil (Dra. en Medicina Preventiva y Salud Pública por la UAM)

 

Noticia del evento aquí

Vídeo completo del evento aquí

 

 

 

La simbiosis entre recuperación post-pandemia y sostenibilidad

El pasado 9 de junio tuvo lugar el Foro Finanzas Sostenibles: “La simbiosis entre recuperación post-pandemia y sostenibilidad”, que contó con la participación de: Emilio Ontiveros, presidente de Analistas Financieros Internacionales; Mikel García-Prieto Arrabal, director general de Triodos Bank; Ángel Berges Lobera, vicepresidente de Afi; Natalia Fabra, catedrática y profesora universitaria; Oriol Amat, catedrático y profesor universitario; Marcos Eguiguren, director de la Alianza Global para una Banca de Valores y Patricia Gabeiras, profesora universitaria.

Ya está disponible el vídeo completo del evento en nuestro canal de YouTube.

 

Tendencias I+D+i 2020. Desafío medioambiental

El pasado 16 de junio tuvo lugar el primer evento virtual del Parque Científico de la UC3M, Tendencias I+D+i 2020, en la que se abordó el desafío medioambiental desde el enfoque de la protección del entorno, el desarrollo tanto de energías renovables como materiales sostenibles y la cooperación para el desarrollo en zonas desabastecidas.
Para ello contaron con investigadores de la UC3M, entre ellos, Natalia Fabra, para explicar los avances en I+D y distintas empresas que mostraron sus propuestas innovadoras.
Ver la crónica del evento aquí.
Vídeo de la intervención de Natalia Fabra.
Artículo publicado por la periodista María Climent.